Los medicamentos antineoplásicos y oncológicos son fundamentales en el tratamiento del cáncer. Estos fármacos están diseñados para combatir y controlar el crecimiento y la proliferación de células cancerosas. Entre ellos, se encuentran agentes como el Anastrozol, utilizado en el tratamiento de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas; la Flutamida, empleada en el cáncer de próstata; y el Tamoxifeno, también para el cáncer de mama. El Metotrexato es un medicamento de quimioterapia que interfiere con el crecimiento de células cancerosas y se utiliza en diversos tipos de cáncer. La Tioguanina es otro agente quimioterapéutico utilizado en el tratamiento de leucemias. Es crucial que el uso de estos medicamentos sea cuidadosamente supervisado por especialistas en oncología, ya que requieren un manejo específico y monitorización debido a su potencia y posibles efectos secundarios.