El certificado ISO 9001 es un estándar internacional de gestión de calidad que se aplica a una amplia gama de industrias, incluida la industria farmacéutica. Este certificado se centra en asegurar que una organización tenga un sistema de gestión de calidad efectivo que garantice la satisfacción del cliente y la mejora continua de sus procesos.
Para la industria farmacéutica, obtener la certificación ISO 9001 implica demostrar que la empresa cumple con una serie de requisitos relacionados con la calidad de sus productos y servicios. Algunos de los aspectos clave de la certificación ISO 9001 en la industria farmacéutica incluyen:
Gestión de procesos: La organización debe tener procesos bien definidos y documentados para todas las actividades relacionadas con la fabricación, control de calidad, almacenamiento y distribución de productos farmacéuticos.
Enfoque basado en procesos: Se requiere que la empresa identifique, entienda y gestione de manera sistemática los procesos interrelacionados para lograr los resultados deseados, como la calidad de los productos y la satisfacción del cliente.
Enfoque en el cliente: La empresa debe demostrar que comprende las necesidades y expectativas de sus clientes, y que tiene procesos para garantizar la satisfacción del cliente y la mejora continua.
Mejora continua: Se espera que la organización implemente procesos para monitorear y medir el desempeño de su sistema de gestión de calidad, y que tome medidas para mejorar continuamente la eficacia de sus procesos.
Enfoque basado en la toma de decisiones basada en evidencia: La toma de decisiones debe basarse en el análisis de datos y la información relevante para garantizar la eficacia del sistema de gestión de calidad.
Obtener la certificación ISO 9001 en la industria farmacéutica puede ayudar a mejorar la eficiencia operativa, aumentar la confianza del cliente y cumplir con los requisitos reglamentarios. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la certificación ISO 9001 se centra en los procesos de gestión de calidad en general y no en los estándares específicos de la industria farmacéutica, como las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). Por lo tanto, muchas empresas farmacéuticas buscan obtener tanto la certificación ISO 9001 como los certificados específicos de la industria, como los certificados de BPM.
Nuestras instalaciones de fabricación están certificadas para producir una amplia gama de productos farmacéuticos y naturales, incluyendo sólidos, semisólidos y líquidos. Conoce más sobre nuestras áreas certificadas a continuación.